En busca de respuestas

En el marco de la iniciativa "Abre la Boca", recorrí el pasado domingo 26 de julio distintos museos y galerías de ese barrio. Entre todas las propuestas, la Ungallery (Ministro Brin 1335 me sorprendió gratamente. Esta galería, inaugurada en 2016, pone el énfasis en la obra de artistas jóvenes e intenta trascender lo meramente comercial.

El lugar es amplio y luminoso.

En el pequeño espacio que ocupa la planta superior se exhibía la obra "Eva y la poética del agua". Su autora, la artista multidisciplinaria, Victoria García Valenzuela, es argentina, pero tiene su taller en Madrid. Su trayectoria es vertiginosa, a partir de que le otorgan la beca Mecenazgo en 2016.

Su obra Las máquinas también sueñan fue seleccionada en ese año para la Bienal Kosice, la muestra que hace honor al maestro Gyula Kosice, uno de los pioneros en la fusión de Artes y nuevos medios. En 2018 le fue otorgada la beca Salto de Luz, que le permitió formarse con grandes fotógafos argentinos, como el marplatense Walter Barrios, el cordobés Raúl Flores y el multipremiado Augusto Zanela. Cuatro años después ganó el segundo premio de fotografía en el Salón Nacional de Artes Visuales.

Tuve la suerte de encontrarme con la curadora Agustina Rinaldi, que sigue la obra de Victoria García Valenzuela desde hace varios años. "Eva y la poética del agua" combina una foto del mar, totalmente analógica, transformada digitalmente y un modelo de inteligencia artificial. Esta IA cuenta con un vasto corpus de poesías escritas por mujeres argentinas y españolas entre los años 20 y 30.

El visitante debe acercarse e iniciar el diálogo con una formulación ritual: "Hola, Eva". La IA responde con un "pip", lo que indica que está lista para responder cualquier pregunta. No importa cuán imprevista sea la temática planteada, este oráculo cibernético siempre encuentra un fragmento apropiado. Al asombro y la sorpresa siguen la admiración y una cierta nostalgia, por ese tiempo en que la poesía era un gesto central de la femineidad. Eva es paciente, escucha y responde, sin juzgar, sin ofenderse, ofreciendo su sabiduría con amplia generosidad.

¡Imperdible!